Fotografía: Panticosa desde el Mirador O Calvé
Panticosa, destino de montaña por excelencia, pero también de relax, de aventura, familiar… Y es que se trata de un destino que ofrece una gran cantidad de posibilidades de ocio que nos permite disfrutar de él durante las cuatro estaciones del año.
Durante el invierno Panticosa se convierte en uno de los destinos estrella para los amantes del deporte blanco, época en la que nuestros paisajes y montañas se cubren de un manto blanco y nos permiten realizar cantidad de deportes de nieve como el esquí en sus múltiples variantes o simplemente calzarse unas raquetas y salir a recorrer nuestras preciosas montañas.
Fotografía: Espacio Nórdico del Balneario de Panticosa, de Eduardo Hernández
Y después de un día en la nieve… ¿qué mejor opción que relajarse en las aguas termales del Balneario de Panticosa mientras observamos las cumbres nevadas de más de 3.000 metros de altura?
Fotografía: Balneario de Panticosa
Cuando la nieve desaparece, Panticosa se convierte en otro lugar completamente diferente… Donde antes había nieve, surgen unos paisajes de un color verde intenso, flores de miles de colores que nos hacen respirar y descubrir aromas muy especiales, o cascadas y ríos que tiemblan con el romper del agua en sus rocas.
Fotografía: Azucena – Lilium Pyrenaicum, de José Miguel Navarro
Fotografía: Valle de la Ripera
Los días empiezan a ser más largos, más calurosos y las noches bajo las estrellas del limpio cielo de las montañas del valle se convierten en los momentos más esperados del día.
Pasear por sus senderos o subir a los miradores y maravillarse con las vistas, escalar en sus rocas verticales, ver la silueta de las montañas reflejada en el agua de los ibones, ascender las cumbres o picos más imponentes del Valle de Tena o descender por los cañones de los ríos soltando esa adrenalina que nos hace la vida más emocionante, son algunas de las opciones que nos ofrece el territorio de Panticosa.
Fotografía: Ibones Azules
Fotografía: Mirador A Cucuraza
Cuando el verano termina, otros paisajes se abren ante nosotros… Los árboles y verdes prados ahora se tiñen de colores ocres, naranjas, rojos, amarillos… ¡Un verdadero espectáculo para nuestra vista!
Es la época perfecta para sobrevolar en parapente estos bosques, descenderlos sobre dos ruedas o recolectar las múltiples variedades de setas que crecen entre ellos.
Fotografía: BTT por el Rincón del Verde, de Pirineos MTB
Fotografía: Micología
Y si a todo esto sumamos el disfrute de la gastronomía local en sus múltiples bares y restaurantes a lo largo de todo el año a la vez que descubrimos los preciosos pueblos del Pueyo y Panticosa y conocemos su arquitectura y patrimonio, resulta ser la guinda a unas vacaciones más que perfectas.
Fotografía: Carne a la brasa
Fotografía: El Pueyo de Jaca, de Anabel Blázquez
Una vez que hayamos parado el virus entre todos, recuerda que Panticosa es el lugar ideal para salir a respirar, descansar, pasear… en una palabra, disfrutar.
¡Te esperamos!
Texto: Lorena López Esmiol
Oficina de Turismo de Panticosa